La Tarte Flambée: una delicia de la cocina francesa
La gastronomía francesa es conocida mundialmente por su exquisitez y variedad de sabores. Dentro de su amplio repertorio de platos típicos, se encuentra la Tarte Flambée, también conocida como Flammekueche en su región de origen, Alsacia.
Esta delicia culinaria se ha convertido en un plato muy popular en todo el país y su fama ha traspasado fronteras, siendo cada vez más común encontrarla en restaurantes de diferentes partes del mundo.
Origen e historia
La Tarte Flambée es un plato típico de la región de Alsacia, ubicada en el noreste de Francia, cerca de la frontera con Alemania. Su origen se remonta al siglo XIV, cuando los panaderos utilizaban el calor residual de sus hornos para cocinar una masa de pan cubierta con crema y cebollas. Con el paso del tiempo, esta receta evolucionó y se le agregaron nuevos ingredientes, como el queso y el tocino, hasta convertirse en la Tarte Flambée que conocemos hoy en día.
En sus inicios, este plato era consumido principalmente por la clase trabajadora de Alsacia, ya que era una opción económica y fácil de preparar. Sin embargo, con el tiempo se fue popularizando y hoy en día es considerado como uno de los platos más representativos de la gastronomía francesa.
Ingredientes y preparación
La Tarte Flambée es una especie de pizza rectangular, elaborada con una masa fina y crujiente, cubierta con una mezcla de crema agria, cebolla, tocino y queso. Aunque su receta original es bastante sencilla, hoy en día se pueden encontrar variaciones que incluyen otros ingredientes, como champiñones, jamón, aceitunas, entre otros.
La preparación de este plato es bastante sencilla y no requiere de grandes habilidades culinarias. Primero se debe estirar la masa hasta obtener un grosor de aproximadamente 2 mm y luego se le añade la mezcla de crema, cebolla y tocino. Finalmente, se espolvorea queso rallado y se lleva al horno por unos 10-15 minutos, hasta que la masa esté dorada y el queso se haya derretido.
Formas de servir y acompañar
La Tarte Flambée es un plato muy versátil y puede ser servido de diferentes formas. En algunos restaurantes, se presenta en su forma rectangular original, mientras que en otros se sirve en porciones individuales, como si fuera una pizza. También se puede encontrar en versiones dulces, con ingredientes como manzanas, peras o mermelada.
En cuanto a los acompañamientos, los franceses suelen disfrutar de este plato con una copa de vino blanco de la región de Alsacia, ya que su acidez y frescura ayudan a equilibrar los sabores de la Tarte Flambée. Sin embargo, también puede ser acompañada por una cerveza o una bebida sin alcohol, según las preferencias de cada persona.
Un plato para todos los gustos
La Tarte Flambée es un plato que ha sabido adaptarse a los cambios y gustos de cada época, manteniéndose como una opción deliciosa y económica para disfrutar en cualquier ocasión. Su sencillez en la preparación y su versatilidad en los ingredientes, la convierten en una opción perfecta para compartir en familia o con amigos.
Si tienes la oportunidad de probarla en algún restaurante francés o de prepararla en casa, no dudes en hacerlo. Estamos seguros de que no te decepcionará y se convertirá en uno de tus platos favoritos de la cocina francesa.